Junto al Aga Khan, que es, como se sabe, cabeza viviente de la secta musulmana de los ismaelitas (con más de veinte milliones de fieles en la India, Pakistán y varios países de Africa), así como uno de los hombres más ricos del mundo, estuvieron presentes en la boda de su hija los moembros de su familia, entre ellos la Begum Salima anterior, esposa del Aga Khan III, pero no acudió la madre de la novia, princesa Salima, que se divorció en 1994 del Aga Khan.
La boda tuvo en realidad dos partes: una, la ceremonia civil, que se celebró en la mansión que el Aga Khan tiene en Aiglemont y que fue oficiada por el alcalde Grouvieux, Patrice Marchand, y otra, religiosa, en los salones del castillo de Chantilly, con asistencia de la familia más cercana de los novios y sus amigos personales y que incluyó lecturas del Corán a cargo de los líderes religiosos musulmanes de París y la bendición de la Iglesia anglicana, a la que pertenece el novio.
Por la noche, los ochocientos invitados acudieron a una recepción seguida de cena con los novios y sus familias en la mansión del Aga Khan en Aiglemont. Se celebró baja una gran carpa, cuyo decorado fue armonizado con el hermoso jardín contiguo, con temas inspirados en los jardines de Claude Monet de Giverny, donde se recopila el interés por la pintura impresionista del príncipe Alí Khan, abuelo de la pricesa Zahra. Tras el banquete nupcial, en el que el nuevo matrimonio hizo los honores partiendo una impresionante tarta, se celebró una animada fiesta con baile incluido que duró hasta alta horas de la madrugada.
La princesa Zahra lució en la ceremonia religiosa un bellísimo traje de novia de inspiración oriental bordado en oro, diseñado expresamente para ella por Christian Lacroix. El peinado, obra de Jean-Michel Henry, tenía como elemento principal un moño estilo renacimiento. Dos horas más tarde tuvo lugar la ceremonia civil y a ella acudió Zahra vistiendo un abrigo y un modelo de encaje rosa, también diseño de Lacroix. En esta ocasión el cabello lo llevaba suelto sobre los hombros. Por la noche, durante la cena y el baile, la novia lució un impresionante traje largo en muselina fucsia complementado con deslumbrantes joyas que, en opinión de los presentes, la hizo aparecer como una bellísima mujer sacada de un cuadro de Botticelli.
La madre de la princesa Zahra no asistió, como decíamos, a la boda de su hija, pero sí estuvo días antes en una fantástica fiesta seguida de baile que con motivo de la boda se celebró en el hotel Claridge's, de Londres. Entre los asistentes, que fueron igualmente numerosas y muy destacadas personalidades llegadas de todo el mundo, estuvo la pricesa Margarita de Inglaterra.
La princesa Zahra es la mayor de los tres hijos que el Aga Khan tuvo en su matrimonio con la princesa Salima. Nació en Ginebra el 18 de septiembre 1970 y estudió primero en Suiza y despues en la Universidad de Harvard, donde se graduó en 1994 con matrícula de honor en Estudios de Desarollo para el Tercer Mundo. Después ha trabajado junto a su padre, ocupándose de trabajos sociales destinados sobre todo a las mujeres en Africa y Asia. Tiene dos hermanos menores, el príncipe Rahim, nacido en 1971, y el príncipe Hussein, nacido en 1974.
Mark Boyden, el novio, nació en Londres el 6 de noviembre de 1961. Estudió en la escuela de Datington Hall y completó un master en Administración Económica en la Oxford Brookes University, especializandose en ética comercial con especial referencia a los derechos humanos y la finincia. Ha trabajado como consejero de administración de empresas y tiene una hermana mayor, la doctora Jo Boyden, antropóloga y consejera de desarrollo internacional.
El nuevo matrimonio tiene pensado residir entre Inglaterra y Francia, donde la princesa Zahra continuará su trabajo junto a su padre.